El Consejo Nacional Electoral admitió tres solicitudes para que organice el referéndum revocatorio de mandato de Nicolás Maduro. Se trata de una propuesta que ha venido tomando fuerza y apoyo de algunos políticos venezolanos como una solución que lleve a unas elecciones presidenciales.
Si lo que han planeado las organizaciones Movimiento Venezolano por el Revocatorio, Todos Unidos por el Referendo Revocatorio y el Comité Ejecutivo Nacional de Confedejuntas sale bien, el CNE establecerá un calendario para la recolección de 20% de firmas del padrón electoral, la activación de la campaña, la definición de la pregunta y la votación para revocar a Maduro. Pero ese es uno solo de los posibles escenarios.
De momento todo está en manos del CNE, que toda Venezuela sabe hacia dónde se inclina y lo que es capaz de hacer, por lo que en realidad se abrió una caja de Pandora, cualquier cosa puede pasar. Desde el caso de que en realidad los venezolanos puedan expresar su opinión sobre el mandatario del gobierno chavista, hasta que en unos días les digan a los organizadores “no te vistas, que no vas”.
Cualquier suposición es válida. El organismo electoral puede incluso tener pensado alimentar un poco la esperanza de la gente permitiendo la recolección de firmas y después desecharlas. O como la vez que pidió que las reconfirmaran. Desde la activación del calendario hasta las mil y un trampas para que Maduro quede ratificado (y de una vez legitimado) con una estruendosa votación a favor. E incluso hay quien se aventura a decir que es posible que haya una componenda entre las filas rojitas para sacar a uno y poner a otro de más conveniencia para estos tiempos.
No hay que olvidar a la oposición, que obviamente está dividida en este tema como en muchos otros. Aventurarse a que el CNE le dé en verdad luz verde al revocatorio con este archipiélago de partidos e intereses es bastante riesgoso. Pero si suponemos que se ponen de acuerdo y todos trabajan por un solo objetivo, es hasta probable que se repita el fenómeno Barinas, que es lo que auguran muchos. Es obvio que si siguen divididos y esperan esta oportunidad para seguir tirando piedras a los techos de vidrio de los demás, volverán a llevar a los venezolanos al fracaso y esta vez sí, a la total desesperanza.
Hay todavía muchos factores por definir. Lo que puede sugerirse desde esta tribuna para la oposición es que el debate de ideas y el análisis de las variables siempre ha sido inteligente en este tipo de situaciones poco definidas. Lo que sería bueno es que discutieran hasta el cansancio pero en privado. Es posible que si se olvidan del protagonismo puedan llegar a una conclusión y a una estrategia que beneficie al país, que no es otra que salir del gobierno chavista de una buena vez.
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