Frenar el éxodo y provocar el retorno de millones de venezolanos que deambulan por el mundo (en su mayoría electores opositores incapacitados de votar en este momento) es prioridad estratégica para la oposición
1. Dicho y hecho. La victoria electoral opositora en Barinas está alimentando la impaciencia recurrente de muchos dirigentes opositores.
2. Pensar que hay que reactivar de nuevo la mil veces derrotada estrategia del “Maduro vete ya”, a través de un incierto Referéndum Revocatorio Presidencial, sería una nueva y peligrosa aventura política.
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3. Activar un referéndum revocatorio en estos momentos, cuando aún la oposición no termina de amalgamarse internamente, de superar grandes escollos políticos y organizativos, de construir un poderoso liderazgo colectivo y democrático sería uno de los mayores desaciertos.
4. Subestimar al gobierno por lo ocurrido en Barinas sería una clara demostración de inmadurez política. Además ¿Cuál es el apuro? La oposición necesita como mínimo dos años para emprender los grandes cambios internos que requieren con urgencia. Todos los partidos de oposición tienen un alto nivel de vulnerabilidad ante un adversario mucho más organizado y cohesionado internamente.
5. Entre el estímulo (la victoria de Barinas) y la respuesta que debe darse a este hecho, la oposición debe abrir una inmensa brecha para poder responder asertivamente. Esa es la brecha que define la madurez de las personas y de los líderes en particular. La impaciencia y la inmadurez son poderosas armas suicidas. Y la oposición se ha suicidado varias veces. El próximo puede ser verdadero.
6. La oposición y el gobierno tienen mucho trabajo interno por hacer. Deben mirar más hacia su interior que hacia afuera. Todos nuestros partidos son disfuncionales. Deben aprovechar estos próximos dos años para meter en el congelador las pasiones destructivas (y autodestructivas) y emprender los grandes cambios internos. Si no sabemos a donde queremos ir, no estamos en capacidad de decirle a nadie que nos siga.
7. De aquí al 2024, el gobierno y la oposición tienen la obligación de pensar en Venezuela, en mejorar la calidad de vida de los venezolanos. Esa debe ser su nueva pasión. Ambos deben sinergizar con madurez democrática para transformar el aparato productivo de la nación.
8. Frenar el éxodo y provocar el retorno de millones de venezolanos que deambulan por el mundo (en su mayoría electores opositores incapacitados de votar en este momento) es prioridad estratégica para la oposición.
9. Y los venezolanos de la diáspora solo retornarán a casa no cuando mejoren las condiciones políticas sino las condiciones económicas y la calidad de vida que perdieron en su país gracias a una camorra inútil entre políticos que luchan a muerte para demostrar quién es el más incompetente y el más corrupto.
10. Si el gobierno logra unilateralmente reactivar la economía del país (y en buena medida va en camino de lograrlo) a pesar de las sanciones internacionales y sin el concurso de la oposición, esto sería una tragedia política para esta última.
11. Por el contrario, si el gobierno y la oposición deciden reactivar juntos a la economía, ambos capitalizarán el resultado y la recuperación sería asombrosa. Los venezolanos, en especial los empresarios, tienen hambre de salir adelante y de volver a tener la calidad de vida que tenían antes. Son signos evidentes de los tiempos actuales.
12. Sé que se impondrá la madurez y que enfrentaremos exitosamente los nuevos dilemas. Dios nos acompañe en esta conclusión optimista.
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